Yeguas nocturnas. (nightmares)

Amanecer de madrugada, atado a la medianoche y sus fantasmas.
Se que no es la oscuridad el reino de las sombras, porque las sombras solo existen cuando la luz las agita.

Son estas, sombras de una vida atorada, de una vida desvivida, son siluetas de un pasado desvaneciéndose en el filo de la memoria, a la luz del amanecer.
Son nombres entrecortados, son gritos ahogados en el olvido.

Envejezco enhebrando letras equivocadas a una historia. La mia.
Atesoro en una caja las certezas olvidadas, en otra las certezas perdidas, otra para las equivocadas. Una caja mas, para todo lo demás.
Y lo puesto, mi equipaje.

Quizás son las sombras quienes iluminan la luz. Ellas abstraen la presencia, y dejan presente la ausencia.
Sombras que se asoman y nombran, se asombran.
El amanecer las dibuja impío, en el cuaderno de las miradas negras en la pared blanca.
El despertar las clava en la casa del alma, y la edad las difumina, las desparrama.
Luego, ni el despertar las borra.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s