Seguir volando.
Aunque los cielos sean ahora mas bajos.
Aunque redoblen los años mas que los tambores.
Aunque lluevan payasos de punta contando las horas.
Gastarse la piel, las alas no.
Agrietar el suelo, asomarse al abismo.
Y volver.
No para contarlo, para criar secretos.
Poner contra las cuerdas a este fuelle respirador,
y en esas mismas cuerdas colgarme la vida y girar.
Girar y volar.
Y ninguna vez, no será la última ni la primera.
Mi única noción del tiempo.
Tiene escena la pista.
Y tiene aire,
que lo vuela todo.
Julio 2013