10/03
La Antigua Viña/
Domingo ventoso y cansino fuera de los relojes. Cuando era joven, esto se llamaba resaca.
Los martillos que suenan en mi cabeza acallan el sonido de la calle, como cuando en los bares el sonido de la radio acalla el sonido de la televisión y acabas viendo al locutor de las noticias cantar con la voz de Nat king Cole. Si Adelita se fuera con otro…
El aire mueve los árboles, las banderolas de las farolas, mueve a los vecinos y a las vecinas, mueve a los perros y mueve a los coches y todo ese movimiento cruje mi cabeza, que late a ritmo de martillo y yunque. Hoy fumo mi café en vena y amargo.
Domingo en mis párpados hinchados, en el pasto de esta boca agria, en las venas de mis sienes.
La terraza conversa amable y distendida, pero todo se complica en la recepción de mis oídos embotados y lo que es una risa familiar resuena en mi, como una carcajada macabra.
Solo un sonido amable respira y susurra dentro de este cerebro castigado y es tu voz de ayer, que aún resuena hoy en mis rincones, como una caricia que dice: sana sana…
Hoy le voy a pedir a a Marina que me haga una sopa de aspirinas.
Buen domingo abstemio a todos y todas!