20/02
La Antigua Viña/ Patxoca/
Miércoles con sol. La calle fluye en medio de la semana, vital, casi alegre.
La terraza es tentadora, pero yo soy el único pecador, parece. Mas de un vecino al pasar mira con ganas de hacer un alto en el camino y sentarse a la orilla de este mar de pasos que van y vienen, pero nadie se decide.
Pasa un niño perdido con cara de «mamá donde estoy?» Pero no hay madre que conteste. Llega el mudo y se sienta en la terraza, silencioso y sonriente, su soledad y la mía no se parecen pienso, no muy convencido. No es que yo esté solo, solo estoy desacompañado que no es lo mismo.
Del portal sale el vecino cubano del quinto y charlamos sobre la fibra óptica que nos han instalado, aunque yo le digo que lo que en verdad hecho en falta es la tele-transportación, si la tuviéramos, este café me lo fumaba contigo en tu verano de patios y madreselvas.
Pasa un ciclista marcando un número en su móvil, tres a la derecha, ocho a la izquierda, cero al centro… viendo los titubeos de su marcha, parece que marcase la combinación de una caja fuerte.
He terminado de fumar mi café, he comido en el Patxoca, y ahora apuro otro café antes de entrar a la escuela.
Tiene este miércoles la virtud de no ser martes y el defecto de no ser viernes.
Buenas tardes a todos y todas!