13/11
Patxoca/
Hace frío de invierno, frío de verdad. Quizás sea una maniobra del gobierno. Para enfriar la huelga general europea de mañana, y las movilizaciones. Se prevé un miércoles caliente, en medio de tanto frío.
Ahora, van llegando los alumnos uno a uno, todos añorados de sus camas calientes.
Hoy soy el único en la terraza. El día ha amanecido claro, con la cara recién lavada, con la sonrisa ancha, como Amanda. Mientras tanto, el país se cae a pedazos. Mientras tanto, la revolución duerme y sueña consigo misma.
Hoy es un día de casa, estufa, manta, té y gato. Es un día para leer a Cortazar. Es un día para mirarlo pasar sin decirle nada, sin detener su marcha. Un saludo rápido, insinuado entre el gesto casual y el gesto con causa. Y causas huelgan, causas tenemos. Para parar un tren, para parar un país. Para parar tanto desánimo.
He dado clase, y ahora estoy en La Antigua Viña, ahora el frío se soporta mejor.
Desde un segundo piso una mujer limpia las ventanas de su casa, con medio cuerpo afuera. Si obviáramos la bayeta con que acaricia el marco exterior de la ventana, estaríamos viendo el instante perturbado del suicidio y el gesto sin trapo, sería el de una despedida, una triste caricia a una madera seca y externa. (en la clase de hoy, trabajamos esa escena!!) Triste sería la caída, si cayese, triste la tirada, si se tirase. En clase, la actriz suicida, se levanta al acabar, en la vida las suicidas al acabar, se entierran, y solo se levantan los muros de contención. A la pena de los deudos, a los reproches tardíos, a tantas preguntas sin respuesta.
Pasa una minifalda violenta que me devuelve a la vida. Pasan mis ojos fugados detrás de la minifalda. En este preciso momento a la vecina se le cae la bayeta, que planea suave e indolente hasta quedar inerte en la acera, y el mundo entero es ahora parte de un sueño, donde las suicidas se levantan y las minifaldas son bayetas para limpiar las ventanas.
Buen martes a todas y todos!