Treinta mil.

Hay un lugar mas desolado y páramo,
mas estéril que el morir.
Ese brutal invento,
ese limbo mísero,
ese destierro de todo mundo.
Solo la templanza del vínculo,
el desgarro primigenio,
marcó la memoria buscadora.
La tenaz.

(este texto fue escrito a partir del poema de Gabriel Alejo Jacovkis «Las Huellas». Octubre de 2012)

2 pensamientos en “Treinta mil.

  1. Como te comenté en mi blog; un hermoso contrapunto. Gracias.

  2. Gracias Gabriel, una devolución a tu texto, que me sacudió con fuerza.

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