10/11
La Antigua Viña/
Nada que no sepamos. Que el sol sale y se pone cada día, y que después del otoño vendrá el invierno.
Hoy hay poco tránsito en la calle, y la ausencia del ruido de los motores, da pie a que las voces que pasan, tomen el protagonismo.
Voces de persona a persona, de persona a teléfono, de teléfono a persona y de persona al aire.
Pasa una pareja, él habla animadamente, imitando las voces de dos o tres personas diferentes, ella solo sonríe, pasa un hombre que le grita a su teléfono mientras agita el brazo libre, dibujando insultos. Una pareja circense, realizan el mas difícil todavía, hablar desde dentro de un beso.
A la izquierda un hombre joven habla seductor y en voz baja por su teléfono, a la derecha una mujer joven ríe y responde en el suyo. Miro alternativamente los gestos y las pausas de él y las de ella, como si mirase un partido de tenis, todo coincide, gestos, pausas, palabras, hablaran entre ellos? estarán sus interlocutores en otro rincón de la ciudad, uno enfrente del otro? Habrá quien como yo los observe y se haga, en silencio, o por escrito, las mismas preguntas que yo me hago?
Una mujer alterada insiste en su teléfono inteligente, no me cuelgues!, no me cuelgues! Le cuelgan. Yo pienso en Jacques Brel, Ne me quitte pas…
Un hombre de edad indefinida, pasa hablándole a todo, menos a nadie.
Un padre habla didáctico y cariñoso con su hija pequeña, le explica que los helados son para el calor, para la primavera, para el verano, ella le escucha admirada y en silencio, asintiendo con la cabeza, cuando el padre termina, le vuelve a pedir un helado aunque haga frío, porque ella está bien abrigada y tiene bufanda.
De pronto me doy cuenta que el único que está en silencio soy yo, así que cojo mi teléfono y sin llamar a nadie me invento una conversación que me incluya en el paisaje, mientras miro de soslayo a izquierda y derecha para ver si alguien me escribe.
Buena conversación a todas y todos!