Se llueve el día sobre sí y sobre todo aquel que se ponga bajo su cielo. El agua dulce de la lluvia arrastra lo que arrastra y corre por las rieras, montaña abajo hasta surcar la arena de la playa, soñando ser río mientras se diluye en el mar.
acróbata aérea
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Donde los espejos son ventanas.
Blog de Javier Romero
Escritos de Gabriel Alejo Jacovkis Polak